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Analizando el diseño lingüístico de las historias audiovisuales

Qué estudiar si te gustan los idiomas (y algo más)

Esquema en vídeo (la lista por escrito está unos párrafos más adelante en este texto)

Si alguien dice que se quiere dedicar a las lenguas, probablemente casi todos pensemos en traducción o filología (= lengua y literatura) como profesiones. No obstante, estos dos campos son muy amplios y, como ejemplifico luego, habría que seleccionar una especialización dentro de ellas para estar refiriéndonos a un puesto real.

Además, existen unas cuantas actividades laborales relacionadas de algún modo con las lenguas: biología y lenguaje, tecnología y comunicación, mundo empresarial e idiomas, etc.

Se elija una profesión con el idioma como centro o una carrera que trabaja con lo lingüístico de alguna manera, es inevitable unir al menos dos intereses: las lenguas y algo más.

Bombilla de la que salen diferentes iconos de campos de estudio para simbolizar qué estudiar si te gustan los idiomas

Cómo abordan las lenguas algunas profesiones

Técnicamente cualquier persona que trabaja (sea en un kiosco o en un laboratorio) tiene la posibilidad de practicar idiomas si coincide que se habla otra lengua a su alrededor o hay que viajar.

Habiendo delimitado un poco más, he confeccionado una lista con algunos campos y cómo se conectan con el lenguaje o los idiomas (muy en general). He preferido no mencionar ciclos de formación profesional o carreras universitarias de un país determinado.

Entre la información relacionada que se podría buscar, recomendaría leer los planes de estudio, temas de algunos trabajos finales si son públicos y perfiles de empleo reales para conocer las tareas más comunes (hoy, claro).

Por cierto, por lo general en una carrera de lenguas no se aprende de cero un idioma, para ello son mejor las clases de idiomas y otras vías (viendo series o películas). En tal caso no está de más plantearse elegir un dialecto concreto de esa lengua.

Las ciencias de la salud y la capacidad de hablar

Para que el cuerpo se comunique: la logopedia y la foniatría tratan los trastornos del habla, los neurólogos también pueden ser expertos en algún trastorno como la afasia o entre las especialidades médico-quirúrgicas están la otorrinolaringología o la cirugía oral y maxilofacial. Es probable que la ingeniería pueda contribuir en expandir capacidades.

El ámbito técnico y la comunicación lingüística

Las ciencias sociales y la comprensión lingüística

El ámbito económico o jurídico y los idiomas

El arte y la expresión lingüística

Las humanidades y el oficio lingüístico

Ejemplos de trabajos en los que se usan idiomas

Usando las TIC como herramientas, un técnico de sonido capta y se cerciora de la calidad de la voz en una producción, sea grabada o en directo. Se incluirían como sus quehaceres, por ejemplo, el asegurarse de que esté todo correcto en las versiones lingüísticas de una audioguía o en una sala para interpretación simultánea.

Un aeropuerto es uno de los contextos con más multilingüismo. Atenderán a pasajeros de diversos idiomas las personas que aceptan o inspeccionan equipaje, revisan pasaporte, ayudan en el avión o explican el plan de vuelo.

Como cualquier otro producto creativo, los videojuegos precisan localización, es decir, traducir sus palabras y referencias a las distintas lenguas.

Elegir carrera de idiomas

Ojalá lo anterior sirva un poco de inspiración para encontrar esa perspectiva concreta. Quizá el enfoque tarde en mostrarse e incluso dé la sensación de que nos hemos equivocado.

Sin embargo, terminar la enseñanza (post) obligatoria y acertar a la primera con la infinidad de inquietudes, dudas y opciones que hay sería lo sorprendente. Además, la sociedad opina con sus rankings de salidas profesionales y el capitalismo apremia con la necesidad de trabajar para el sustento.

También puede pasar que tengamos claro a lo que querríamos dedicarnos, pero que no exista (aún) una carrera accesible, una demanda palpable o un reconocimiento social. En tales casos, recordemos que al especialista se le pide saber solucionar un problema, ni más ni menos.

Los estudios universitarios o equivalentes son los primeros pasos de un camino que tendrá mucho más. Empecemos por aquello que más nos llama y a probar. Estamos aquí para descubrir.

Escritora de éxito explica las diferencias entre afición (hobby), trabajo, trayectoria (career) y vocación

¿Por qué en su día descarté Traducción?

Con 18 años yo dudaba entre dos o tres carreras. Como me afanaba en explicar a todo el mundo, ese junio había recibido dos claras señales de que Traducción e Interpretación no era mi camino. En primer lugar, inglés había sido mi peor nota de la selectividad y, en segundo lugar, no había pasado la prueba de acceso a TeI en una universidad de otra comunidad. Que conste que otras muchas universidades no tenían prueba y podía haber accedido si lo hubiese solicitado. De todas formas, también me interesaba otra carrera, así que la puse de primera.

Con el tiempo me di cuenta de que había desistido en cuanto hubo un pequeño obstáculo fuera de la burbuja del instituto. Y ni siquiera había implicado un suspenso o una puerta cerrada de verdad. En otros momentos yo había demostrado que podía perseverar, pero estas dos piedras no las tomé de esa manera. Sentí mi orgullo herido y también me invadió la inseguridad. Pensé algo como: "Entonces los idiomas no se me deben de dar bien". Y ya está. Ese pensamiento fue suficiente. Anuló cualquier otra prueba o emoción en sentido contrario.

La verdad es que relativizar no viene mal. Seguramente mi inglés fuese medio-bajo para el mundo real, independientemente de las notas de bachillerato. Pero ¿no sirve para eso la educación y la experiencia? ¿Aprender para mejorar? Alguien puede ser bueno en lo suyo sin haber sacado sobresalientes o con sus lagunas y debilidades, ¿no? Y, por supuesto, a veces hay días malos o tests que sencillamente no se prepararon bien.

Podría decir varios puntos positivos por los que mi elección de carrera fue correcta, esa no es la cuestión. Mi razonamiento para descartar Traducción en aquel momento fue erróneo. Un revés hizo que no siguiera indagando a nivel profesional en algo que me intrigaba. Con otras disciplinas me puedo sentir ajena o intrusa, pero no con los idiomas y el lenguaje. Lo lingüístico me aparece como destacado cuando veo el mundo, haya o no exámenes o titulaciones que lo certifiquen. Y da paz saberlo.

* * * Artículo escrito por Paula Maregal en y modificado en .